resplandece, sangre

Inspirada en Rey Lear (de William Shakespeare), RESPLANDECE, SANGRE aborda desde la danza butoh las resonancias y fugas que surgieron en la bailarina y coreógrafa Rhea Volij a partir de sumergirse en los personajes de Lear y Cordelia. La obra tiene música original de Claudio Peña.

La trama de RESPLANDECE, SANGRE es el despliegue de dos historias que se entrecruzan. Tejidos ancestrales, castillos y familias desintegrándose, la locura lúcida: devenir de dos personajes que en la tensión de sus diferencias se asemejan a medida que mudan de piel, camino a la intemperie. Cuenta Rhea Volij a propósito de RESPLANDECE, SANGRE: “Hace muchos años se me apareció, escuchando el cuarteto nro. 16 de Beethoven (una obra inconclusa, llena de saltos, idas y vueltas) la imagen de Cordelia sentada en una hamaca, revolviéndose contra las leyes paternas. La hamaca, su trono. Entonces surgió la pregunta: ¿qué compone la relación de Lear y Cordelia como padre e hija que nunca llegarán a re-conocerse? Ahí comienza el viaje de los semejantes: la ceguera de Lear apunta a su pasado, la de Cordelia va dirigida a su horizonte. Bailando el Rey he llegado a la Reina: un cuerpo dador de hijos. La sangre que no cesa de chorrear, las sangres entremezcladas. Y por debajo un puente ancestral de oscuras preguntas: ¿quién soy? ¿cómo reconocerme sin la presencia del otro? ¿cómo se aprende a amar? ¿cómo se enseña a amar?.” autoría Rhea Volij intérpretes Rhea Volij iluminación Eduardo Safigueroa diseño de vestuario Líbera Woszezenczuk diseño de escenografía Carlos Coccia música original Claudio Peña diseño gráfico Sebastián Cruz asistencia de dirección Isabel Pinczinger. Alfrida Podlischevsky prensa Marina Belinco críticas Calificación: Muy bueno. Múltiples sentidos.

La obra unipersonal «Resplandece, sangre», de y con Rhea Volij, nutre con un clásico de Shakespeare al butoh. Rhea Volij es una bailarina argentina y desde hace una cantidad considerable de años trabaja con y sobre el butoh. Su obra más reciente -de hecho, acaba de ser estrenada- toma a los personajes centrales de una tragedia de Shakespeare y los coloca en esa dimensión poética que el butoh habilita a su manera tan peculiar. Cordelia y su padre Lear, del Rey Lear, se encarnan en Rhea Volij (única intérprete de este Resplandece, sangre), aunque la palabra encarnar puede sugerir un modo de representación al que el butoh es ajeno. En la lentitud o incluso la quietud paradójicamente plenas de acción de su danza, en la intensidad fuertemente concentrada, hecha de recursos a veces mínimos, en las extrañas y bellas transiciones de un estado a otro Rhea Volij despliega múltiples sentidos, no traducibles en palabras pero rigurosamente verdaderos (verdad entendida en un sentido artístico y no moral).»
 (Laura Falcoff, Clarín)